Eres una isla inmensa
por la que camino sin cesar.
Cada día vuelvo a ella,
por el placer de pasear.
Y nunca me canso de andar
bajo tus árboles, ni sobre tu piel viva.
¡Ah,Qué placer! Pensar que cada paso
es besar tus labios sin cesar.
Y tu bosque, coraza de tus pensamientos,
me acoge tímido,
pero me abraza sin cesar.
Y me pierdo por sus caminos,
por el placer de pasear.
-Dónde yo quisiera perderme por siempre jamás-
Eres una isla frágil, sencillamente frágil.
Pero yo paseo sobre tu pradera
y paso a paso le susurro que quizás
y solo quizás...
mi paseo nunca tendrá final.
Es entonces cuando tus ojos me miran.
Y la lluvia es tu vida, y la mía,
y tus hojas mojadas el dibujo de tu sonrisa.
Me sigues mirando y me enamoro
de tus flores rojas, azules, lilas
y es entonces cuando mis manos te acarician,
como nunca nadie lo hará.
Las gotas persiguen mis dedos llenos de vida
y tus pájaros no paran de cantar
súplicas de un paseo sin final
y es entonces cuando mi boca
a penas se equivoca
cuando dice: quizás...