Como un gran libro
descubre sitios
ocultos en el alma,
hay calles que
ocultan cafeterías con encanto,
ojos que desvelan noches enteras,
y noches enteras que
velan por tu mirada.
Como el sorbo de un
licor amargo,
que acaba dulce en mi boca,
hay momentos
tristes, de llanto,
heridas curadas, con
cicatrices eternas,
y palabras tiernas, pero calladas.
/Hay días con mucho
tiempo,
y tiempo en el que
no existen los días.
Hay también tiempo
para poemas,
y poemas en los que
el tiempo no existe.
Y en tu alma se
para el tiempo,
por eso el tiempo no
existe en este poema./
Como mi vida es como
un gran libro,
Descubrí tu sonrisa
con encanto.
Como unos ojos no
son nada sin una mirada,
aquí, con mis ojos
te miro, y te susurro:
tu sin mi no eres
nada, yo solo soy contigo.
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